Fred Royers era periodista deportivo y un gran comunicador, a la par que un peleador eficiente. Sus patadas bajas (Low Kick) eran temibles. Con una estatura de 1,73 m y un peso de 72 kg, durante sus años de competidor (1978-1986) fue Campeón del Mundo de Karate por equipos en Tokio, Medalla de Bronce en el Mundial de 1980, Campeón de Europa un año antes, fue casi una decena de veces primero de Holanda en esta disciplina e incluso campeón de Europa de Savate y de Thai Boxing en 1984, y llegó ha ser campeón del mundo de Kick Boxing. Se retiró en 1986 tras romperse el brazo en dos ocasiones durante un entrenamiento.
Hace unos años fue entrevistado por una revista especializada en la que se le preguntaba sobre la rivalidad existente entre los practicantes de Karate y los de deportes de contacto que tanto han aflorado en los últimos tiempos. Respondió así:
“Para empezar quiero dejar claro que en mi opinión ambas modalidades de competición y ambos sistemas de combates son igual de respetables; el uno no es superior al otro. Exigen una mentalidad y técnica diferentes, pero el mérito y esfuerzo son el mismo. De hecho, se acaba igual de cansado tras tres minutos de combate en Karate, por toda la concentración (Kime), rapidez y reflejos que exige (ten en cuenta que son tres minutos en los que tienes que evitar que te toquen siquiera), que tras los diez asaltos de un combate de Full.
Toda rivalidad que pueda existir es en realidad pueril e irracional. Los practicantes de deportes de contacto suelen mofarse de los competidores de artes más tradicionales porque ‘no se tocan apenas, no son duros, parecen niñas’. Estos últimos desprecian sin embargo a los primeros porque ‘son matones tocados, no tienen técnica ni espíritu’. La gente de ambos bandos que machaca esos tópicos son cuadrados de mente. Han que ser abiertos; yo he aprendido mucho del Kick y del Thai Boxing, pero lo que me enseñó el Karate a nivel de rapidez y de concentración es igual de valioso.”
El vídeo que acompaña a estas líneas lo grabé hace ya veinte años, el 3 de marzo de 1991 en Sevilla, en el curso que organizó el maestro Herbert Albert Hooykaas, donde Fred Royers mostró formas de combate de contacto pleno y al que asistieron tanto karatekas como practicantes de otras Artes Marciales y deportes de contacto, sobre todo Full Contact.
Raúl Cabral.
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