He querido incorporar a nuestra página este artículo sobre el Kumite de un maestro de otro estilo que considero interesante. Espero que guste y resulte práctico.
Instantánea de un Kumite. |
El Karate está formado indisolublemente por las tres "K"; Kihon, Kata y Kumite. Estos forman una rueda que está en continuo movimiento, pasando del Kihon al Kata y de este al Kumite, esto es mientras la enseñanza se realice circular o correctamente. En la actualidad hay una cierta tendencia a una enseñanza lineal, donde se suele prescindir parcial o totalmente de una de las partes, o bien a entrenar las tres pero poniendo un mayor énfasis en una de ellas. Este suele ser el caso donde se da prioridad a la competición debido al auge del Karate deportivo, lo que lleva a entrenar más el Shiai Kumite, en detrimento del Karate tradicional.
Aquí trataremos una parte específica de las tres mencionadas, el Kumite, que es el método de entrenamiento de las técnicas de defensa y ataque estudiadas en los Katas.
El Kumite, literalmente "duelo de manos" o "asalto", representa la parte más espectacular y quizá más conocida del Karate. La palabra en sí ya no representa un enfrentamiento a muerte, como antaño, sino más bien un "encuentro" donde el contrario es un adversario y no un enemigo.
Hay tres formas de Kumite claramente diferenciadas:
- Deportivo (Shiai Kumite).
- Tradicional
- Marcial
DEPORTIVO
Es un duelo sin serlo en realidad, es una apariencia de pelea, es una degeneración del Karate original pero necesaria, hasta cierto punto, para estudiar características como la distancia, la concentración, la rapidez, etc. Aunque no sirve para estudiar las reacciones finales, pues en la pelea real el instinto se impone a la fuerza e incluso a la técnica y naturalmente una competición de carácter deportivo no genera los mismos instintos.
El primer campeonato de Kumite y Kata fue organizado por el maestro Nakayama el 20 de octubre de 1957, una fecha relativamente reciente, puesto que hubo que esperar al fallecimiento del maestro Funakoshi que siempre había sido totalmente contrario al Kumite. Posteriormente Nakayama comprendió el porqué de la postura de su maestro y comenzó a preocuparse por las repercusiones que pudieran tener esta clase de campeonatos. Le preocupaba que se pudieran perder muchas de las variadas técnicas del Karate por el afán de marcar puntos, y también algo mucho peor, como el hecho de que comenzaran a surgir otro tipo de competiciones de carácter más violento, lo que iría en claro detrimento del Arte Marcial al que los maestros contemporáneos habían querido dotar de cierto sentido espiritual, el "Do". Desgraciadamente los temores de Nakayama no eran infundados y el primero de ellos ya es una realidad, el segundo solo está empezando, tiempo al tiempo.
TRADICIONAL
El Kumite tradicional es más una búsqueda del camino, del "Do", se estudia como realización personal. Es un combate entre dos o más karatekas, es mucho más consciente que el Shiai Kumite pero menos que el marcial.
El entrenamiento de Kumite necesita de una evolución en su estudio, cualquiera de las tres formas pasa por las mismas fases de trabajo y de comprensión de lo que se está haciendo, no olvidemos que de la comprensión nace la maestría.
El estudio del Kumite tradicional está formado por cuatro fases, que son:
Go-No-Sen: Defensa y contraataque.
Sen-No-Sen: Un contraataque simultáneo o tomar la iniciativa. (Tai-No-Sen y Yo-No-Sen)
Iro-No-Sen (Sen Sen No Sen): Se realiza el contraataque cuando la intención de ataque del oponente ha sido formulada.
Kokoro-No-Sen: No hay fallo perceptible ni en uno ni en el otro contendiente. Es imposible el ataque y la concentración es máxima.
El trabajo a realizar en el Kumite tradicional pasa también por varias fases de aprendizaje y entrenamiento.
El primero y muy importante es el Ippon Kumite, se realiza sobre un solo paso, Tori ataca a Uke y este se defiende y contraataca con una técnica considerada decisiva (Shimei), ésta tiene que ser mortal o dejar al contrario K.O. (aunque haya control desde luego).
A partir de este se realiza el Gohon Ippon Kumite, Kumite a cinco pasos y Jion Ippon Kumite, a diez pasos. En estos los pasos son independientes, cada ataque es independiente de los otros. Uke bloquea los primeros ataques y contraataca en el último, se estudia la posición, la estabilidad, la potencia, etc.
La siguiente fase es el estudio del Sambon Kumite, a tres pasos o tres ataques. El estudio aquí es diferente a los otros, cambia el ritmo. Uke tiene que adaptarse a Tori, éste ataca una vez, Uke defiende pero Tori no deja que se repita la defensa y ataca otra vez muy rápido, intentando desbordar a Uke que retrocede muy rápido y contraataca. El ritmo es como en la linea central del Kata Heian Shodan, primero 1 y luego 2 y 3 seguidos.
La tercera fase es el Jyu Ippon Kumite, es como el Ippon Kumite pero libre, sin conocimiento previo de la técnica de ataque ni a qué parte del cuerpo va dirigida. Cada contendiente realiza un ataque por turnos. Esta forma de entrenamiento se aproxima mucho al combate libre o Jyu Kumite.
A partir de aquí las formas de trabajo implican un nivel alto de conocimientos técnicos, estas formas son el Happo Kumite, que se practica con varios adversarios. Éstos se colocan rodeando a Uke, en círculo, atacan por turnos y pueden anunciar o no el nivel y la técnica de ataque. El Kaeshi Ippon Kumite, Tori ataca, Uke defiende o esquiva y contraataca, pero Tori lo bloquea y contraataca con una acción decisiva. El Okuri Jyu Ippon Kumite; si en Ippon Kumite consideramos que el contraataque es decisivo, aquí no. Por lo tanto Tori ataca, Uke defiende y contraataca como en Ippon Kumite, pero al considerar el contraataque como no decisivo, hay un instante de pausa, Tori encaja el contraataque y toma la iniciativa sin anunciar la técnica, es libre. Es muy importante mantener la concentración.
Y como estudio y objetivo final el Jiu Kumite o combate libre; aquí podemos decir que vale todo, desde técnicas de todo tipo tanto de brazos como de piernas, hasta luxaciones, proyecciones, estrangulaciones, etc. En resumen derrotar al adversario y lo que es más importante superarnos a la vez a nosotros mismos que es el auténtico y último fin del Karate.
MARCIAL
Es el verdadero Karate, no hay asaltos ni reglas entre los luchadores, es a vida o muerte, los implicados son enemigos y no hay un número limitado de participantes, es por ello que en los Katas se realizan técnicas contra muchos enemigos imaginarios. Se desarrolla el instinto de conservación, la visión periférica, en una palabra, la supervivencia. Hemos de tener en cuenta que es el Karate original, que surgió de la necesidad de defenderse en una época en la que las guerras, los saqueos y los asaltos eran más que habituales.
Afortunadamente hoy en día, salvo en raras ocasiones, apenas nos vemos expuestos a estos peligros, por lo que su práctica en la sociedad actual no tiene mucho sentido.
Por Jose Antonio Fente.
Artículo cortesía de Shihan Karate.
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