Tras la muerte de Funakoshi en el año 1957, el Sr. Egami se dedicó en cuerpo y alma a difundir -junto a Yoshitaka Funakoshi y al Maestro Shimoda- el Karate Do procurando mejorar la reputación de éste por todo Japón e inclusive por Norteamérica, Taiwan y Europa; unos años antes de su fallecimiento viajó a España (Sevilla y Valencia las visitó en 1978), donde el máximo responsable de su estilo en nuestro país -el Sr. Hiruma- se ocupó de darlo a conocer. (Se puede ver la relación de este maestro con Shigeru Egami en la entrada que hice en esta web en 2012).
Uno de los compañeros más cercanos a Egami fue el maestro Hironishi, también alumno de Gichin Funakoshi, con el que tuve el honor de entrenar en 1982 en la ciudad de Sevilla.
Evolucionó desde el estilo Shotokan de su maestro hasta la creación de la escuela Shōtōkāi, más fluida, poniendo el acento en la relajación y la eliminación de las tensiones innecesarias a la hora de golpear, y buscando la idea del golpe único y definitivo (no debemos olvidar que la relajación no es incompatible con la contundencia). Procuró eliminar toda técnica poco eficaz, y teniendo en cuenta que daba más importancia a la idea de luchar por mejorarse uno mismo que al concepto de vencer a otros (trascender el combate) no estuvo nunca muy a favor del combate deportivo, pues siguiendo con la estela del trabajo de Gichin Funakoshi, él prefirió centrarse en la búsqueda del auténtico Do y del estudio de la parte más interna y filosófica del Karate. Pasar del Karate Jutsu al Karate Do.
Cumplidos ya los 40 años, Sensei Egami sufrió varias enfermedades (una embolia cerebral lo mantuvo tres meses sin comer, llegando a bajar hasta los 37 kg de peso), y fue el 8 de enero de 1981 cuando una pulmonía acabó con su vida a los 69 años de edad. Ciertamente, Egami sacrificó su salud en busca de esa eficacia que tanto anhelaba, y como nos decía nuestro Maestro Herbert en sus clases, fue más allá de lo razonable en sus duros entrenamientos indagando en la forma de mejorar la técnica, el golpe definitivo.
Escribió obras como “El Camino del Karate: Más Allá de la Técnica”, “El Corazón del Karate Do" o “Karate Do Nyumon”.
En cuanto al Club de Karate Do Herbert, no quisimos perder la oportunidad de dedicar la clase de tan emblemático día al Maestro Egami, haciendo medio centenar de Taikyoku Shodan por un lado, unos minutos más de lo acostumbrado al Mokuso en Seiza por otro, y cómo no, un rato de Katas. Seguiremos la práctica que, estoy seguro, es la mejor forma de honrar a nuestro fundador.
La clase en Seiza en memoria de Sensei Egami. |
A continuación, un breve vídeo con los 50 Taikyoku Shodan que se hicieron en el honor de Egami.
Raúl Cabral.
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