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domingo, 6 de octubre de 2019

Yoi, Estado de Alerta.

¡Yoi! 

Cuántas veces hemos oído esa orden en el Dojo durante el transcurso de una clase de Karate Do. El término “Yoi” suele hacer mención al estado de alerta que un karateka debe tener en todo momento, aunque como orden en el tatami viene a indicar “cautela, preparación, atención”.

Generalmente deberemos estar en este estado de atención o Yoi en cualquier situación, esto es; cuando andemos por la calle, cuando nos encontremos en un lugar desconocido, en la oscuridad de la noche o en un sitio abarrotado de gente, e inclusive cuando paseemos plácidamente por una calle o barrio seguro de nuestra ciudad. 

Aunque en el Dojo, Yoi es la orden en sí, la actitud ante dicha palabra es similar al conocido en nuestro Arte Marcial como Zanshin (literalmente “la mente permanece”), que viene a ser el estado de vigilancia activa, continua y relajada que hay que tener, no solo antes, durante y después de una acción (como ocurre en los Kata), sino siempre.

Yoi, estado de alerta o atención.
En el estado de vigilancia al que apelamos, el practicante contará con tres fases:

-Zenshin o la concentración pasiva justo antes de llevar a cabo la acción.
-Tsushin, que es la vigilancia activa durante el combate.
-Zanshin, que sería propiamente la atención y vigilancia de cuanto nos rodea una vez terminada la acción (que no tiene por qué coincidir con el final del combate).

Dicho esto, pienso que el estado ideal de atención o Yoi sería el estar atento y relajado a la vez, dispuesto pero sin presión ni estrés, y preparado para responder ante cualquier agresión externa (dentro y fuera del Dojo), o cualquier situación de peligro que no suponga explícitamente un combate contra uno o varios individuos. Incluso diría que debemos estar en Yoi en momentos tan dispares como el momento en el que afrontamos un examen o la negociación de cualquier asunto de la vida.

En cuanto a la posición corporal habitual que solemos adoptar ante la citada orden de ¡Yoi! en clase, el practicante -al menos en Shōtōkāi- se pondrá en Hachiji Dachi (posición natural o Shizen Tai), con el cuerpo y brazos relajados, pero no lacios, los puños cerrados y la mirada al frente procurando visualizar todo lo que le rodea, evitando en lo posible la visión de túnel, con la idea de poder advertir cualquier posible ataque. 

“Para el espíritu del Zen y del Budo, el lugar del combate se encuentra en la vida cotidiana. En cada instante es preciso estar consciente; al levantarse, en el trabajo, durante las comidas o al acostarse. Ahí está la maestría.”
Taisen Deshimaru (Monje Zen).

Raúl Cabral.

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